¿Cómo recuperar la elasticidad de la piel del cuerpo?
Cuidar la piel es importante y en Green Cornerss lo sabemos. Entra y descubre con nosotras cómo recuperar la elasticidad de la piel del cuerpo.
¿Qué significa tener una piel elástica?
La elasticidad de la piel es la capacidad que tiene ésta de volver a su forma original tras estirarse. Factor que nos ayuda a conocer la salud de la piel, así como cuál es su grado de envejecimiento.
Pero ¿Cómo saber si la piel está perdiendo su elasticidad natural? Con esta pequeña y rápida prueba lo sabrás de inmediato.
Para medir si tú piel es elástica, coloca tu mano no dominante, con la palma hacia abajo, en una superficie cómoda y plana, y con el dedo índice y pulgar, de la mano restante, haz un pellizco en la piel del dorso de la mano y estira por 5 segundos. Al soltarla, pon el cronómetro en marcha y cuenta los segundos que tarda en recuperarse la piel hasta su estado de inicio.
Los resultados que se esperan son los siguientes:
- En menores de 30 años, entre 0 a 2 segundos
- Desde 31 hasta 44 años, de 3 a 4 segundos
- Desde 45 a los 50 años, de 5 a 9 segundos
- A partir de los 60 años, de 10 a 15 segundos
- Por último, en mayores de 70 años, más de 16 segundos
Como podéis ver, la edad es uno de los factores que puede hacer que se pierda elasticidad, siendo este un proceso natural y normal. Conforme cumples años, se producen menos niveles de colágeno y elastina, y poco a poco, la piel deja de estar tan suave, así como tiene lugar la pérdida de elasticidad y firmeza, tal y como detallaremos más adelante.
¡Ojo! No todo el peso de esta pérdida de elasticidad y firmeza recae en la edad. Hay otros factores que hacen que se pierda prematuramente o se retrase la elasticidad de la piel, como los que dictamos a continuación:
Factores que influyen en la pérdida de elasticidad
Se tratan de factores que podemos combatir, a diferencia del paso de los años.
Exposición solar
La radiación UV es el principal causante del envejecimiento prematuro de la piel. Ante exposiciones prolongadas y sin protección a la radiación solar, la piel produce cantidades anormales de elastina, descomponiéndose entonces el colágeno, apareciendo arrugas y flacidez en la piel.
Consumo de alcohol o tabaco
Sustancias que afectan directamente a la piel, oxidándola, deshidratándola, y destruyendo el colágeno y la elastina, favoreciendo así la pérdida de elasticidad, dejando a la piel con un aspecto más envejecido, y más arrugas.
Estrés
Se trata de un estado que genera inflamación en el cuerpo y enlentece el correcto funcionamiento de las células, dejando éstas de nutrirse, oxigenarse, y no liberando toxinas adecuadamente.
Falta de hidratación
Si la ingesta de agua diaria no es suficiente, la elastina se destruirá, y en consecuencia, la piel se seca, disminuye su turgencia y aparecerán arrugas
Contaminación
Daña la elastina y acelera el proceso de envejecimiento.
Cambios hormonales
Conforme se envejece, los niveles de estrógeno comienzan a descender. Los estrógenos aumentan los glucosaminoglicanos, que llenan los espacios entre la elastina y el colágeno, siendo vital para el mantenimiento de la elasticidad de la piel. Entre ellos, el ácido hialurónico.
Mala alimentación
Los alimentos ultra procesados son proinflamatorios, y tomarlos excesivamente tendrá el mismo efecto que el estrés. Además, el exceso de azúcares refinados deja la piel seca y deshidratada, favoreciendo la aparición de arrugas y envejecimiento prematuro.
Sedentarismo
La ausencia de ejercicio y de movilidad del cuerpo reduce y ralentiza la regeneración y producción de proteínas, como el colágeno y elastina, esenciales en el mantenimiento de la elasticidad de la piel.
Y, por último, ganar o perder peso rápido y la genética también influyen.
Todos estos factores harán que la elasticidad de la piel se vaya perdiendo con mayor o menor rapidez que el proceso natural. Si estiras de la piel y vuelve rápido a su estado inicial tiene muy buena elasticidad, y si tarda más, su elasticidad es menor.
Aunque, ¿Qué sucede para que se pierda esta elasticidad y qué efecto tiene en tu piel? Green Cornerss te lo cuenta:
¿Qué ocurre cuando la piel pierde elasticidad?
El colágeno y la elastina, mencionadas anteriormente, son proteínas claves que mantienen las capas de la piel unidas fuerte y adecuadamente conectadas. Proporcionan y preservan la estructura de la piel y su capacidad de estirar.
El colágeno mantiene tersa y firme a la piel y la elastina, mantiene la elasticidad de la misma.
Se trata del dúo esencial para mantener la piel joven, pero como parte del proceso natural de envejecimiento, a partir de los 35 años, deja de producirse tanta cantidad de estas proteínas, y la piel se vuelve más fina, frágil, menos turgente, flácida, por lo que vemos piel caída en la cara y aparecen arrugas y líneas de expresión.
La pérdida de la elasticidad conlleva todas las consecuencias anteriores, y a ello, se une que la piel deja de tener ese aspecto luminoso y brillante e incluso pueden empezar a aparecer manchas.
La pérdida de la elasticidad se trata de un proceso, y podemos evitar acelerarlo y prevenirlo siguiendo ciertos pasos en la rutina diaria de cuidado de la piel, así como modificando ciertos hábitos. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
¿Cómo recuperar la elasticidad de la piel del cuerpo?
En primer lugar, aumentando la producción de elastina y colágeno del cuerpo. Para ello, consume alimentos ricos en vitamina C y alimentos ricos en elastina, como la carne roja, las espinacas y el huevo.
Acompañando esta dieta con complementos alimenticios que contengan entre sus ingredientes elastina, colágeno hidrolizado (porque si no el cuerpo no lo absorbe), minerales y antioxidantes (que aumentan el efecto y mejoran la asimilación del resto de componentes), vitamina C y ácido hialurónico.
Además, se pueden usar cremas reafirmantes, con activos naturales como la cafeína, la hiedra, la glicerina y la manteca de karité, junto a elastina y colágeno, para tratar zonas localizadas, nutriendo, reafirmando y tonificando la piel.
En segundo lugar, realizar un cambio en el estilo de vida o continuar con el actual si sigue parte o todas las pautas siguientes:
- Comer saludablemente: eliminar o intentar evitar lo máximo posible el consumo de ultra procesados, o productos con excesivo azúcar, sal o carbohidratos. Por el contrario, toma alimentos ricos en antioxidantes y agua: Bayas y frutos rojos (antioxidantes), apio y pepino (hidratantes), salmón, aceitunas y nueces, (con alto contenido de omega-3, que revierten el envejecimiento de la piel), calabaza y calabacín (hidratantes, vitamínicos y antioxidantes), cúrcuma y canela (antiinflamatorios y antioxidantes).
- Haz ejercicio regularmente, ejercicio moderado como yoga o pilates. Aumenta la circulación sanguínea, llegando así más oxígeno y nutrientes a la piel, aumentando la producción de colágeno, y manteniendo la firmeza de la piel.
- Dormir entre 7 a 9 horas. Durante este tiempo, con un buen descanso, la piel se repara sola, restaurándose y aumentando la producción de colágeno. Así también, evita que la piel se vea hinchada y/o flácida en los ojos. - Mantente hidratado, bebe entre 1.5 a 2L de agua al día.
- No consuma alcohol y/o tabaco.
- Y por último, mantén una rutina diaria de limpieza, hidratación y protección adecuada de la piel.
Realiza la limpieza del cuerpo, con un gel suave tipo syndet, como el gel de baño de lavanda, altamente hidratante y nutritivo, eliminando cualquier residuo de contaminación e impurezas. Seguidamente hidrata la piel con una crema con activos antinflamatorios, nutritivos y reparadores, como la crema hidratante de avena. Y por último, protégete del sol a diario, evitando las horas punta del día, utilizando medidas físicas de protección y aplicando el protector solar con un SPF50.
Si dudas cual es el mejor fotoprotector para tu piel, pásate por el blog: ¿Qué tipo de protector solar debo usar? y descúbrelo.
Consejos finales para mantener la elasticidad de la piel
Ahora, respecto al mantenimiento de la elasticidad y la prevención de la aparición de arrugas en el rostro, es necesario ir añadiendo ciertos activos y pasos a la rutina de belleza diaria, según tu edad.
- A los 30 años, se añade la crema de contorno de ojos, junto a la crema hidratante o sérum con ácido hialurónico y vitaminas C y E.
- A los 40 años, se añaden cremas nutritivas y antiarrugas.
- A los 50 años, cremas que contengan elastina y colágeno. Junto a una crema de noche antiedad y regenerativa.
- A partir de los 60 años, es necesario un cuidado intensivo. Se aplican productos muy emolientes, hidratantes y nutritivos, con alto contenido en ácido hialurónico.
Y siempre, aplicar el protector solar los 365 días del año, tanto en la cara como en el cuello, que no se te olvide esta zona para que no te preguntes luego porque tengo arrugas en el cuello si soy joven. La radiación solar es el primer causante del envejecimiento prematuro, ¡no te olvides!
En conclusión, la edad no debe definir la elasticidad de tu piel. Siguiendo una rutina facial y corporal adecuada y con un estilo de vida saludable, la piel conservará su aspecto sano, brillo y textura juvenil, previniendo arrugas prematuras y mantendrá su firmeza, elasticidad, hidratación, tersura y luminosidad por más tiempo.
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.