¿Cómo afecta el estrés a tu cabello y tu piel?

El estrés se ha convertido en el compañero no deseado de millones de personas alrededor del mundo, y más aún en esta época del año cuando los cambios de estación pueden intensificarlo. De hecho, la OMS lo clasifica como “la epidemia del siglo XXI” y sus consecuencias van mucho más allá del agotamiento emocional y la falta de concentración.

Lo que muchos no saben es que este enemigo silencioso también puede dejar huellas profundas en nuestra piel y cabello, acelerando el envejecimiento, provocando la caída del cabello y desmejorando nuestra apariencia, entre otros.

En este blog, te contamos cómo el estrés daña tu piel y tu cabello afectando directamente tu bienestar y calidad de vida. ¿Estás listo para descubrirlo?

Efectos del estrés en la piel

El estrés es una respuesta natural y esencial del cuerpo ante situaciones de peligro o amenaza, como un accidente o una situación de riesgo, que activa la liberación de hormonas como el cortisol, la histamina y la adrenalina. Estas hormonas nos preparan para reaccionar rápidamente, ya sea huyendo o defendiéndonos, lo cual ha sido clave para la supervivencia humana. Sin embargo, el problema surge cuando el estrés deja de estar asociado a situaciones puntuales y se vuelve crónico.

Los síntomas que esto desencadena en la piel son muy variados, los más habituales son la urticaria y el enrojecimiento, pero también se puede desencadenar acné u otras patologías como la dermatitis o la psoriasis.

1. Acné: Un exceso de cortisol aumenta la producción sebácea, lo que puede desencadenar brotes de acné o empeorar los que ya tenemos.
2. Patologías inflamatorias: Como hemos visto en blogs anteriores la Dermatitis Atópica es una patología multifactorial, donde hay varios factores que pueden desencadenar los brotes y el estrés es uno de los principales. Lo mismo sucede con la Psoriasis o la Dermatitis seborreica, patologías inflamatorias que se ven muy afectadas en situaciones de estrés.
3. Envejecimiento prematuro: El estrés mantenido hace que nuestra piel se vea mucho más apagada, se aumenta la actividad de las metaloproteinasas, que son unas enzimas que degradan el colágeno, por lo que favorecen la aparición de arrugas y flacidez.
4. Aumenta el tiempo de cicatrización: La piel tiende a estar más deshidratada, se escama con facilidad y tarda mucho más en cicatrizar pequeñas heridas.
5. Ojeras y tono desigual: El insomnio asociado al estrés interfiere en la regeneración celular, lo que puede traducirse en ojeras, hinchazón y un tono de piel apagado o irregular.

Estos efectos no solo impactan en la estética, sino que también afectan el bienestar emocional de quien los padece, generando un ciclo de estrés y deterioro de la piel.

Relación entre el estrés y la caída del cabello

El estrés no solo afecta la piel, sino que también tiene un fuerte impacto en la salud capilar y del cuero cabelludo. El estrés crónico genera desequilibrios hormonales, especialmente en los niveles de cortisol, lo que puede alterar el ciclo natural del cabello. Esto no solo acelera su caída, sino que también debilita los folículos capilares, lo que dificulta el crecimiento saludable. Además, el cuero cabelludo puede volverse más sensible, experimentando irritación o descamación, agravando aún más los problemas capilares relacionados con el estrés.

Existen tres tipos principales de caída del cabello asociada al estrés:

1. Efluvio telógeno: Este es el tipo más común de caída del cabello relacionada con el estrés. En situaciones de estrés extremo, una gran cantidad de folículos pilosos entran prematuramente en la fase de reposo (telógena), lo que provoca que el cabello se caiga en grandes cantidades a los pocos meses. ¡Pero calma! No hay que alarmarse en exceso, ya que este tipo de pérdida capilar es temporal. Una vez que el cuerpo recupere el equilibrio y el nivel de estrés disminuya, el cabello volverá a crecer de forma normal, restaurando su ciclo natural de crecimiento.
2. Alopecia areata: Se trata de una enfermedad autoinmune que puede desencadenarse o empeorar debido al estrés. El sistema inmunológico ataca los folículos capilares, lo que causa pérdida de cabello en parches redondos.
3. Tricotilomanía: Este es un trastorno psicológico relacionado con el estrés y la ansiedad, en el que la persona siente una compulsión por arrancarse el cabello, lo que provoca adelgazamiento y pérdida capilar.

En estos casos, es fundamental consultar a un tricólogo o dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso. Solo un especialista puede evaluar adecuadamente la situación y recomendar un tratamiento personalizado y específico para cada caso.

Cómo reducir el impacto del estrés en la piel

Lo primero que debemos hacer es intentar controlar nuestros niveles de estrés, hay varias técnicas que podemos incorporar en nuestra rutina diaria para tratar de controlarlo:

• Practicar ejercicio físico: Aumenta la producción de endorfinas, las hormonas de la felicidad, lo que genera una mayor sensación de bienestar.
• Seguir una dieta equilibrada: Es fundamental incluir alimentos antiinflamatorios y ricos en vitaminas y minerales.
• Yoga y meditación: Estas prácticas nos ayudan a alcanzar un mayor equilibrio mental. No es necesario realizar grandes esfuerzos, con dedicar unos minutos al día es suficiente.
• Dormir bien: Un buen descanso es esencial para lucir una piel sana y equilibrada. Se recomienda dormir al menos 8 horas diarias.

Tratamientos recomendados para contrarrestar los efectos del estrés en piel y cabello

Aunque no existen productos cosméticos que eliminen el estrés directamente, dedicar unos minutos al día para cuidarte y seguir una rutina de belleza puede ser una excelente forma de desconectar y aliviar la tensión acumulada del día a día.

Higiene, hidratación y protección solar son pilares básicos en cualquier rutina de cuidado personal. En Green Cornerss, ofrecemos rutinas personalizadas para cada una de las zonas del cuerpo que quieras tratar, con productos diseñados para cuidar tu piel de manera efectiva.

• Rutina corporal: Para una rutina corporal eficaz, el uso del gel de baño syndet y la crema hidratante de avena es clave. Los geles syndet, o también llamados jabón sin jabón, respetan el manto hidrolipídico de la piel, ayudando a mantenerla limpia sin agredir su barrera protectora natural. Por otro lado, la crema hidratante con avena aporta múltiples beneficios, ayuda a reforzar la barrera cutánea, aliviar el picor, reducir la irritación y favorecer la reparación de la piel dañada. Para optimizar estos beneficios, es recomendable aplicar la crema al menos dos veces al día, asegurando que la piel esté nutrida y protegida durante todo el día.

• Rutina facial: Para la rutina de día, recomendamos comenzar con nuestra crema facial enriquecida con extracto de repollo, un potente activo antioxidante que combate el daño oxidativo, ayudando a mantener la piel protegida, hidratada y saludable. Su fórmula ligera y no comedogénica es apta para todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles. Como paso final, es esencial aplicar el protector solar mineral con SPF 50. Esta fórmula no solo ofrece una protección completa contra las 4 radiaciones solares principales (UVA, UVB, luz visible e infrarroja), sino que también hidrata, tiene un efecto antiedad y proporciona un toque de color que unifica el tono, dejando una apariencia fresca y radiante.

• Rutina capilar: Nuestro champú de guisante es ideal para el uso diario y puede convertirse en tu mejor aliado si estás experimentando un poquito de descamación causada por el estrés. Gracias a uno de sus ingredientes activos, el Pro Renew Complex, ayuda a restaurar el equilibrio de la microbiota capilar, reduciendo el picor y mejorando la descamación del cuero cabelludo. Su fórmula, con una base lavante suave, limpia eficazmente sin alterar ni irritar, respetando al máximo la salud del cuero cabelludo. Además, ha sido testado en cuero cabelludo sensible y en población pediátrica, lo que lo convierte en una opción perfecta para toda la familia, incluidos los más pequeños.

Aunque el estrés es cada vez más común y puede dejar huellas en nuestra piel, encontrar pequeños momentos de autocuidado es clave para aliviarlo. Incorporar sencillos trucos para manejar el estrés y seguir una buena rutina de cuidado personal no solo mejorará tu piel, sino también tu ánimo. Verás cómo, con estos gestos diarios, despertarás renovado y listo para afrontar el día con una mejor actitud. ¡Tu piel y bienestar te lo agradecerán!