
Retinol y sol: ¿Es seguro seguir usándolo en primavera y verano?
Todos hemos oído hablar de las maravillas del retinol: mejora la textura de la piel, combate las arrugas, trata el acné… ¡una joya del skincare! Pero seguro que también has escuchado que el retinol y el sol no se llevan demasiado bien.
Con la llegada del buen tiempo y los días más largos, es normal preguntarse: ¿puedo seguir usándolo sin dañar mi piel? En este blog te contamos todo lo que necesitas saber sobre el uso del retinol en primavera y verano, para que disfrutes del sol con una piel sana y bien cuidada.
¿Qué es el retinol y cómo actúa en la piel?
El retinol es uno de los derivados más conocidos de la vitamina A, junto con otros como el retinal o el ácido retinoico. De hecho, este último es la forma activa que realmente ejerce efecto sobre la piel. El resto de los derivados, incluido el retinol, necesitan transformarse químicamente en ácido retinoico una vez aplicados en la piel para poder actuar. En concreto, el retinol primero se convierte en retinal y después en ácido retinoico.
Este proceso no impide que el retinol sea uno de los activos más eficaces y con mayor respaldo científico en el mundo del cuidado de la piel. Sus principales beneficios son:
- Combate los signos del envejecimiento: Estimula la producción de colágeno, ayudando a reducir arrugas y líneas de expresión.
- Mejora la textura de la piel: Favorece la renovación celular de la epidermis, lo que se traduce en una piel más suave, lisa y luminosa.
- Ayuda a tratar el acné: Es uno de los activos más efectivos para combatir las imperfecciones.
- Atenúa las manchas: Estimula la regeneración celular y ayuda a regular la actividad de la tirosinasa, la enzima responsable de la producción de melanina. Además, reduce la inflamación, un factor que puede agravar la hiperpigmentación. Gracias a estos efectos, el retinol contribuye a unificar el tono de la piel y a disminuir visiblemente las manchas y la pigmentación irregular.
Efectos adversos del retinol
Aunque el retinol nos ofrece todos estos efectos maravillosos para la piel, no está exento de efectos secundarios, por lo que es fundamental utilizarlo con precaución y conocimiento.
El ácido retinoico, que es la forma activa más potente de la vitamina A, también es el que más efectos adversos puede provocar. Entre los más comunes se encuentran el enrojecimiento (eritema), la descamación, la sequedad y el picor. Por esta razón, su uso está restringido a tratamientos con receta médica y no se comercializa de forma libre.
El retinol, al necesitar más pasos para convertirse en ácido retinoico, es menos agresivo para la piel. Sin embargo, para obtener resultados comparables a los del ácido retinoico, se requieren concentraciones más altas (alrededor del 0,4%). Aun así, si se utiliza en dosis elevadas o sin la adaptación adecuada, también puede causar irritación, sensibilidad o molestias cutáneas. Por eso es clave introducirlo de forma progresiva y seguir siempre las recomendaciones de un experto.
¿Por qué se dice que el retinol y el sol no son compatibles?
¿Y qué pasa con el sol? ¿Por qué siempre se insiste en usar protector solar cuando aplicamos retinol?
Lo primero que debemos tener claro es que el retinol es fotosensible, es decir, es una molécula inestable que se degrada al entrar en contacto con la luz solar. Por eso se recomienda aplicarlo por la noche.
Ahora bien, ser fotosensible no es lo mismo que ser fotosensibilizante, y aquí es donde suele surgir la confusión. A diferencia de lo que muchas personas piensan, el retinol no vuelve la piel más sensible al sol, ni incrementa directamente el riesgo de quemaduras o manchas. Eso sí ocurre con otros compuestos, como ciertos medicamentos anticonceptivos o antiinflamatorios.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que el retinol regula la queratinización, es decir, el proceso natural de renovación celular de la piel, y como consecuencia, la piel puede volverse ligeramente más fina y vulnerable. Esto no significa que el sol vaya a hacer más daño de forma automática, pero sí que debemos ser más estrictos con el uso del protector solar, ya que la barrera cutánea está un poco más expuesta a la radiación.
Entonces, ¿puedo usar retinol en primavera y verano?
Sí, si tu piel ya está acostumbrada. Si llevas tiempo usándolo y tu piel está “retinizada”, puedes seguir incluyéndolo en tu rutina sin problema, siempre y cuando uses protector solar a diario. Lo que no se recomienda es empezar a usar retinol durante esta época del año, ya que la piel necesita un tiempo de adaptación. En ese proceso inicial es común experimentar rojeces, descamación o sensibilidad, y si además sumamos la exposición solar intensa del verano, aumentan las probabilidades de sufrir irritación o daño cutáneo.
Cómo seguir usando retinol en primavera y verano sin riesgos
Entonces, ya lo sabes: si tu piel está retinizada y acostumbrada al retinol, no tienes por qué dejar de usarlo en los meses más soleados. Eso sí, es importante seguir algunas precauciones clave para mantener la piel protegida y evitar efectos indeseados:
- Ajusta la frecuencia de uso: Si aumentas la concentración del retinol o incrementas los días de aplicación por semana, tu piel necesitará volver a adaptarse, pasando otra vez por el proceso de retinización. Como ya vimos, este proceso no es ideal durante los meses de mayor exposición solar. Lo más recomendable en primavera y verano es mantener la misma concentración y frecuencia que tu piel ya tolera bien.
- Refuerza la función barrera de tu piel: Alterna el retinol con activos que hidraten, calmen y fortalezcan la piel. En pieles sensibles, una buena estrategia es aplicar una crema hidratante unos 10 minutos después del retinol, para reducir el riesgo de irritación. En pieles más resistentes, se puede aplicar el retinol solo en la rutina de noche y al día siguiente reforzar la barrera cutánea con una buena crema emoliente.
- Una opción excelente en este sentido es nuestra crema facial de repollo, que hidrata en profundidad, calma el picor, reduce las rojeces y repara la piel dañada. Todo esto con una textura ligera, agradable y no comedogénica.
- No olvides la protección solar diaria: El fotoprotector es imprescindible en cualquier rutina, y aún más si estás usando retinol. Elige uno de amplio espectro, alta protección y que se adapte bien a tu tipo de piel.
- Una gran opción es el protector solar mineral de Green Cornerss, que además de proteger eficazmente, tiene un toque de color que unifica el tono, da efecto “buena cara” y aporta antioxidantes, agentes antiedad e hidratantes. Es apto incluso para las pieles más sensibles.
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