¿Por qué empeora la dermatitis atópica en invierno?
¿Has notado que tu piel se vuelve más sensible con la llegada del frío? Las consultas a dermatólogos por dermatitis atópica aumentan un 30% cuando las temperaturas empiezan a bajar.
Con la llegada del frío, nuestra piel a menudo se resiente y la dermatitis atópica se intensifica. Pero ¿por qué ocurre esto exactamente?
El frío favorece la aparición de brotes de dermatitis atópica
El invierno trae consigo un clima más seco, temperaturas más frescas y una disminución de la humedad relativa en el aire. Estos factores, unidos al abuso de las calefacciones y los cambios bruscos de temperaturas, pueden hacer que la piel pierda humedad y se vuelva más propensa a la sequedad, con un aumento en la pérdida transepidérmica de agua.
Otro de los desafíos que trae consigo la temporada invernal son los cambios de ropa. Con la llegada del frío, tendemos a abrigarnos con ropa más gruesa, pero, para quienes padecen esta afección puede ser un arma de doble filo, los tejidos ásperos y rugosos, así como el roce constante de la ropa, pueden agravar la irritación y el picor. Además, el sudor atrapado bajo las capas de ropa contribuye a un aumento de la irritabilidad cutánea. Este aumento de la irritación cutánea hace que todavía pique más la piel y, por lo tanto, haya un mayor rascado que va a generar lesiones en la piel, que, a su vez, aumentan la sensación de picor, generando un círculo vicioso.
Consejos para evitar los brotes de dermatitis atópica en invierno
Pero tenemos buenas noticias, ¡es posible sobrevivir al invierno con tu piel en buen estado! Desde Green Cornerss os proporcionamos unos tips muy prácticos para ayudar a combatir la dermatitis atópica con la llegada del frío:
Ventila las habitaciones a diario
Esto ayudará a mantener un nivel de humedad más equilibrado en tu hogar, lo que a su vez beneficiará la salud de tu piel. También sería recomendable no abusar demasiado de las calefacciones.
Opta por vestirte con capas de ropa en lugar de prendas gruesas
Vestirse por capas te permitirá ajustar tu vestimenta a las variaciones de temperatura en el transcurso del día. Comienza con una prenda interior de tejido suave y transpirable, como algodón, y agrega capas adicionales según sea necesario. Esto te ayudará a controlar la temperatura corporal y evitar el exceso de sudor.
Control de alérgenos para una piel saludable
Mantener un hogar limpio y libre de alérgenos, como el polvo y los ácaros, es una estrategia clave. Limpia regularmente tu hogar, centrándose en áreas donde se acumula el polvo.
Cuidado de la piel adecuado
Una rutina adecuada y constante de la piel es fundamental para prevenir brotes de dermatitis atópica y mantener la piel en buen estado.
Los baños frecuentes con agua caliente, aunque apetezcan mucho, no son para nada aconsejables, ya que pueden contribuir a resecar aún más la piel y desequilibrar más su pH. Opta por duchas con agua tibia y breves, de no más de 5 minutos. Emplea jabones syndet (“jabón sin jabón”), con pH fisiológico, como el Gel de baño de lavanda de Green Cornerss, que limpia de forma suave y respetuosa tu piel y, además, está enriquecido con aloe vera y extracto de caléndula que van a mantener tu piel hidratada y calmada. Después, sécala sin frotar, a toquecitos y con una toalla de algodón.
Después de la ducha, con la piel ligeramente húmeda, es fundamental hidratar en profundidad. La Crema hidratante de avena de Green Cornerss es una excelente opción para reforzar la función barrera de la piel que se encuentra tan alterada en esta patología, además contiene activos de origen natural que consiguen calmar y reparar la piel en profundidad. Recomendamos aplicarla al menos dos veces al día para mantener los brotes a raya incluso en los meses más fríos.
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