Cuidado de los pies para deportistas
Los pies son los cimientos de cualquier deportista, pero a menudo no les damos la atención que merecen. Cada paso, zancada o salto depende de ellos, y su bienestar puede marcar la diferencia entre alcanzar nuevas metas o quedar fuera de juego por una lesión. ¿Te has preguntado cuánto impacto reciben tus pies durante un entrenamiento intenso?
En este blog, exploraremos cómo mantener los pies saludables en deportistas, desde cómo elegir el calzado perfecto hasta cómo prevenir lesiones y mantenerlos en óptimas condiciones. ¡Sigue leyendo para saber más!
Importancia del cuidado de los pies en deportistas
Aunque muchas veces no les demos la importancia que tienen, los pies son la base de cada movimiento que realizamos al hacer deporte. Soportan largas jornadas de entrenamiento, rozan constantemente con el calzado y reciben impactos repetidos. Sin el cuidado adecuado, es fácil que aparezcan problemas como lesiones, infecciones por hongos, ampollas, heridas, callos o durezas, que no solo resultan incómodos, sino que también pueden afectar a tu rendimiento deportivo.
Es por esto, que cuidar los pies es clave para evitar interrupciones en tu entrenamiento y asegurar que puedas seguir avanzando hacia tus objetivos.
Principales problemas podológicos en deportistas
Estos son algunos de los problemas más comunes a los que se someten los pies durante el ejercicio:
- Ampollas: Se forman por el roce constante con el calzado o los calcetines. Pueden ser dolorosas y, si se rompen, existe riesgo de infección.
- Hiperqueratosis (callos y durezas): Aparecen en zonas de mayor fricción o presión. Pueden causar molestias al caminar o correr, afectando la pisada.
- Fascitis plantar: Inflamación de la fascia (tejido que recorre la planta del pie). Provoca dolor intenso, sobre todo al dar los primeros pasos en la mañana o después de hacer ejercicio.
- Uñas encarnadas: Se producen cuando el borde de la uña crece hacia dentro de la piel, generando dolor, enrojecimiento e incluso infección.
- Hongos (pie de atleta): Infección frecuente en deportistas debido al sudor y la humedad de la zona. Provoca picor, descamación y grietas en los espacios entre los dedos.
- Esguinces y fracturas por estrés: Lesiones causadas por movimientos bruscos o repetitivos. Son más comunes en deportes de impacto o de cambios de dirección rápidos.
- Neuroma de Morton: Engrosamiento de los nervios entre los dedos, causando sensación de ardor o adormecimiento. Suele presentarse al usar calzado inadecuado.
Consejos para cuidar tus pies
Ahora que ya conoces las afecciones más comunes que afectan a los pies de los deportistas, quizá te estés preguntando: ¿Qué puedo hacer para evitarlas?
La buena noticia es que la prevención está en tus manos (¡y en tus pies!). A continuación, te damos 6 consejos clave que te ayudarán a proteger tus pies, mantenerlos en perfecto estado y mejorar tu rendimiento deportivo.
- Elige el calzado adecuado
Un buen par de zapatillas puede marcar la diferencia. Asegúrate de que sean del tamaño correcto, con suficiente espacio para los dedos y buena amortiguación. El calzado debe adaptarse al tipo de deporte que practiques, ya que cada disciplina requiere un soporte diferente. Cambia tus zapatillas cuando notes que comienzan a deteriorarse. No estrenes zapatillas el día de la competición, úsalas con antelación para que se puedan adaptar a tu pisada y evites sorpresas incómodas.
El calcetín también juega un papel clave. Elige modelos transpirables, sin costuras que puedan rozar y con capacidad para absorber el sudor. Cambia los calcetines después de cada entrenamiento o siempre que notes humedad. Mantener los pies secos y cómodos es esencial para prevenir ampollas y otras molestias.
- Utiliza plantillas si es necesario
Antes de empezar a realizar deportes de alta intensidad sería interesante analizar tu tipo de pisada con un especialista. Si tienes problemas de pisada o necesitas una mayor amortiguación, consulta con un podólogo sobre el uso de plantillas personalizadas. Estas pueden corregir desequilibrios y prevenir lesiones, como pueden ser la fascitis plantar o sobrecargas musculares.
- Higiene adecuada de los pies
Lava tus pies a diario con agua y jabón, asegurándote de secarlos bien, especialmente entre los dedos, incluso puedes utilizar un secador para asegurarte de que están secos por completo. La humedad favorece la aparición de hongos y bacterias, así que evita mantener los pies húmedos durante mucho tiempo.
Nuestro consejo: Escoge geles de ducha que sean suaves y respetuosos con la barrera lipídica de la piel, como nuestro gel syndet, que posee un pH fisiológico y contribuye a mantener la piel calmada e hidratada.
- Mantén la zona hidratada
Aplica crema hidratante en la planta del pie y los talones para prevenir la aparición de grietas, durezas o ampollas. Evita aplicar crema entre los dedos, ya que el exceso de humedad en esta zona puede favorecer la aparición de hongos y maceraciones. Pero no cualquier crema sirve, opta por una formulación específica para el cuidado de los pies, la crema de pies de tomate es una excelente opción. Su alto contenido en AHAs, presentes en el tomate, proporciona una exfoliación suave que ayuda a reducir el exceso de piel engrosada. Además, está enriquecida con activos hidratantes, nutritivos y que equilibran la microbiota, y posee una textura muy ligera, que hace que su aplicación sea muy fácil y cómoda.
Nuestro consejo: Aplica la crema por la noche, antes de acostarte y si buscas potenciar su efecto, envuelve los pies en papel film durante unos minutos después de aplicar la crema. Esta técnica ayuda a intensificar la hidratación y a que los activos penetren mejor, dejando tus pies más suaves y renovados.
- Corta las uñas de manera adecuada
Las uñas deben cortarse rectas y no demasiado cortas. Evita redondear los bordes para prevenir que se encarnen. Usa tijeras o cortaúñas específicos y lima los bordes si es necesario.
Nuestro consejo: Deja que el borde libre de la uña sobresalga uno o dos milímetros por delante del pulpejo del dedo.
- Acude a un podólogo especialista
Realizar revisiones periódicas con un podólogo puede ayudarte a detectar problemas antes de que se agraven. Si tienes molestias persistentes, callos, uñas encarnadas o cualquier otra afección, no dudes en acudir a un profesional.
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.