Cómo el sueño afecta la salud y apariencia de tu piel

¿Tú también has pasado una mala noche? No estás sola, entre un 20 y un 48% de la población adulta en España tiene dificultades para dormir. Y aunque a veces subestimamos la importancia del sueño, es un pilar fundamental para nuestra salud en general... y para la de nuestra piel en particular.

No dormir lo suficiente se reflejará en tu piel antes de lo que imaginas, con ojeras, falta de luminosidad, de hidratación y un envejecimiento acelerado. Pero aquí viene la buena noticia: cualquier mejora que hagas en tus hábitos de sueño también se verá reflejada rápidamente en tu rostro.

¡Sigue leyendo para descubrir cómo conseguir un sueño reparador y transformar tu piel desde dentro!

La relación entre el sueño y la piel

El sueño es uno de los grandes olvidados cuando hablamos del exposoma, ese conjunto de factores externos como el sol, la contaminación y el estrés, que impactan directamente en nuestra piel. Sabemos que hasta un 80% del envejecimiento prematuro depende del exposoma, y el descanso reparador es clave para combatirlo.

El sueño profundo, la etapa más renovadora y rejuvenecedora del sueño, es esencial para la reparación y regeneración de los tejidos, la producción de colágeno y la reparación de parte del daño que sufre el ADN por la exposición a los rayos UV durante el día.

Estudios recientes han demostrado que un buen descanso mejora significativamente la curación de heridas, acelera la recuperación de la barrera cutánea (hasta un 30% más eficaz), ayuda a disminuir el enrojecimiento provocado por los rayos solares y está incluso relacionado con una percepción más favorable del atractivo físico. La explicación está en el cortisol, la hormona del estrés, cuya producción aumenta con la falta de sueño y afecta negativamente a la integridad de la piel, favoreciendo la inflamación y el envejecimiento.

Además de esto, la falta de sueño hace que desconectemos el cerebro del estómago y hace que tengas muchos más antojos. Se provoca un aumento de la grelina, la hormona del hambre, y una disminución de la leptina, la hormona de la saciedad. Todo esto, va a hacer que comas más alimentos procesados y dulces entre horas, que no aportan nada bueno a tu piel, ¡todo lo contrario!

Beneficios de un buen descanso para la piel

Pero no te preocupes, como hemos comentado antes, todas las mejoras que implementes en tu sueño van a impactar positivamente en tu piel, los principales beneficios de un buen descanso son:

• Reparación y regeneración de los tejidos. Durante el sueño profundo, se activan los procesos de reparación celular, permitiendo que los tejidos de la piel se regeneren y reparen el daño producido por el sol y la contaminación. 
• Reducción del estrés oxidativo. Un buen descanso activa mecanismos antioxidantes que combaten los signos del envejecimiento, como las arrugas y las líneas finas, dejando una piel más firme y luminosa. 
• Aumento de la circulación sanguínea. Durante la noche, el flujo sanguíneo hacia la piel aumenta, proporcionando más oxígeno y nutrientes esenciales. Esto no solo favorece un tono de piel más uniforme y luminoso, sino que también ayuda a reducir la inflamación y las ojeras.
• Mejora de la absorción de tus cosméticos. Durante el sueño, la piel está más receptiva a los principios activos de los productos, ya que su capacidad de absorción mejora. Esto significa que tus cremas hidratantes, sérums y tratamientos penetran mejor y trabajan de manera más efectiva, maximizando sus beneficios.