
Rozaduras en verano: por qué aparecen, cómo prevenirlas y aliviarlas rápido
El verano es sinónimo de sol, playa, paseos al aire libre y ropa ligera. Una época maravillosa para disfrutar… pero también un momento en el que nuestra piel puede sufrir consecuencias. Y no, no hablamos solo de las temidas quemaduras solares. Hay otro enemigo silencioso que aparece con frecuencia y puede arruinarnos el día: las rozaduras.
Especialmente comunes entre los muslos, en los pies o en zonas donde hay más fricción, las rozaduras en verano se vuelven casi inevitables si no tomamos ciertas precauciones. En este blog te explicamos por qué aparecen y, lo más importante, cómo puedes prevenirlas y aliviarlas si ya las tienes. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué aparecen más rozaduras en verano?
Las rozaduras son pequeñas lesiones cutáneas que se producen por el roce excesivo o la fricción continua, ya sea entre piel y piel, o entre la piel y algún tejido o material. Aunque pueden aparecer durante todo el año, en verano son mucho más frecuentes por varios motivos.
Con el aumento de las temperaturas y la humedad, sudamos más, creando un ambiente cálido y húmedo que favorece la irritación de la piel. Si a esto le añadimos que en esta época solemos usar prendas más ligeras como faldas, shorts o vestidos, la piel queda más expuesta y las zonas de roce directo, como los muslos, se convierten en puntos críticos.
Además, la práctica de deporte también influye. En personas deportistas, especialmente corredores o ciclistas, las rozaduras son muy habituales en zonas como las axilas, los pezones (en hombres) o incluso en la parte interna de los brazos, donde el movimiento constante genera fricción repetida. En este blog ya os hablamos sobre cómo prevenir las rozaduras en la práctica deportiva.
Otro punto importante son los pies, que en verano suelen ir más expuestos por el uso de sandalias o calzado sin protección adecuada. Si las tiras rozan mal, el material no es transpirable o caminamos mucho, es fácil que aparezcan irritaciones y rozaduras.
En definitiva, el calor, el sudor, la ropa ligera y la mayor actividad física convierten al verano en el escenario perfecto para que las rozaduras hagan de las suyas. Por suerte, hay formas de evitarlas y tratarlas, y en este blog te lo contamos todo.
Cómo prevenir las rozaduras durante el verano
Prevenir las rozaduras es mucho más sencillo que tratarlas una vez han aparecido. Aquí tienes algunos consejos clave para ello:
-
Mantén la zona limpia y seca: La humedad es uno de los grandes enemigos de la piel en verano. Es fundamental mantener las zonas propensas a rozaduras bien limpias y secas. Si sudas, retira el sudor con una toalla de algodón, dando toquecitos suaves en lugar de frotar y si se moja la ropa, cámbiate lo antes posible.
-
Usa ropa cómoda, transpirable y que no roce: Opta por tejidos suaves y transpirables como el algodón o materiales técnicos que eviten la fricción. Evita las costuras gruesas y las prendas muy ajustadas.
-
Elige bien tu calzado y tus sandalias: Asegúrate de que las sandalias no rocen en zonas sensibles del pie. Elige modelos que se ajusten bien, con materiales suaves y sin costuras duras.
-
Hidrata tu piel a diario: Una piel hidratada es más resistente y flexible, por lo que tolera mejor el roce. Aplica crema hidratante diariamente, sobre todo después de la ducha, para reforzar la barrera cutánea.
- Aplica productos específicos anti rozaduras: Los sticks o cremas anti-fricción son una excelente opción para prevenir las rozaduras. Funcionan como una barrera invisible, tipo “segunda piel”, que protege las zonas más sensibles frente al roce y la fricción continuada. Son ideales para aplicar antes de hacer deporte o en zonas más sensibles como los muslos. Una excelente opción es el stick anti rozaduras de Green Cornerss que además de prevenir las rozaduras, es resistente al agua y al sudor, por lo que aguanta muchísimo y no tienes que ir replicándolo cada poquito rato.
Qué hacer si ya tienes una rozadura
Si a pesar de todas las precauciones ya ha aparecido una rozadura, no te preocupes. Con unos cuidados básicos puedes aliviar la molestia y ayudar a que la piel se recupere más rápido, lo que tienes que hacer es:
- Limpia la zona con suavidad: Lo primero es mantener la zona bien limpia para evitar infecciones. Lava con agua tibia y un jabón suave, de pH fisiológico, que no irrite más la piel. Una buena opción es el gel syndet de Green Cornerss, que es muy suave y respetuoso con la piel.
- Desinfecta si hay herida y protege del roce: Si la rozadura ya ha provocado una pequeña herida o la piel está muy irritada, aplica un antiséptico como la clorhexidina para prevenir infecciones. Después, evita cualquier roce directo en esa zona, si no puedes dejarla al aire, cúbrela con una gasa estéril o un apósito suave para protegerla mientras cicatriza.
- Repara e hidrata cuando la piel ya esté cerrada: Una vez que la rozadura ha dejado de estar abierta, es el momento ideal para aplicar productos que ayuden a regenerar la piel y aliviar la zona. Busca cosméticos con ingredientes reparadores como la centella asiática, manteca de karité o rosa mosqueta. También puedes usar una buena pasta al agua (sí, como las que se usan para el culito del bebé), que calma, protege y favorece la recuperación de la piel dañada.
Con estos cuidados, en pocos días notarás una gran mejoría. Y recuerda, prevenir siempre es más fácil que curar, ¡así que no olvides seguir los consejos del apartado anterior para evitar que te vuelva a suceder!
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.