¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?
¿Te has preguntado alguna vez por qué ciertos productos funcionan mejor para algunas personas y no tanto para otras? La respuesta está en las características únicas de tu piel.
En este blog, te enseñaremos cómo identificar tu tipo de piel y te daremos consejos para cuidarla de la mejor manera. ¡Descubre el secreto para una piel perfecta y comienza a mimarla como se merece!
Tipos de piel
Identificar tu tipo de piel es crucial para elegir los productos y tratamientos más adecuados. Aunque tradicionalmente se hablaba de tres tipos de piel (normal, seca y grasa), hoy sabemos que esta clasificación es insuficiente. Los diferentes tipos de piel son:
- Piel eudérmica: Es una piel equilibrada y saludable, con buena hidratación y textura uniforme.
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Piel grasa:
- Seborréica: En este tipo de piel encontramos una secreción sebácea muy aumentada. Suelen ser pieles muy resistentes, bien hidratadas y engrosadas.
- Deshidratada: Estas personas, a pesar de tener una secreción sebácea aumentada, no secretan lípidos hidrófilos y, por tanto, no tienen esta emulsión epicutánea que les protege. La piel se ve grasa, pero con descamación y seca al tacto.
- Acnéica: Son pieles grasas que tienen tendencia a la formación de comedones, tanto abiertos como cerrados y, en casos más severos, quistes o nódulos.
- Asfíctica: Son pieles grasas en las que no se llegan a formar comedones abiertos, se produce entonces una hiperqueratosis que tapona los poros y forma granitos, pero que no se suelen infectar.
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Piel seca
- Alípica: Tienen una secreción sebácea insuficiente, aunque la secreción del contenido acuosos es normal.
- Deshidratada: En este caso la piel está seca por una falta de secreción acuosa.
- Piel sobrehidratada: Es aquella que presenta un aumento relativo de agua.
- Piel mixta: Son pieles que presentan un exceso de secreción sebácea en la zona T y sequedad en las zonas laterales.
- Piel sensible: No es un tipo de piel como tal, ya que podemos encontrar sensibilidad en diferentes tipos de pieles. Son aquellas pieles que reaccionan de manera exagerada a factores que para la mayoría resultan inofensivos, como el clima o diferentes cosméticos.
Test para identificar tu tipo de piel
Para identificar tu tipo de piel, puedes observar ciertas características y patrones de comportamiento de tu piel en diferentes situaciones. Algunos son:
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Observa tu piel nada más levántate, sin haberte lavado el rostro y hazte las siguientes preguntas:
- ¿Tienes brillos? ¿Por todo el rostro o sólo en algunas zonas determinadas?
- ¿Tienes granitos o imperfecciones en el rostro? ¿en qué zonas?
- ¿Notas tirantez? ¿En qué zonas?
- ¿Tienes zonas descamadas?
- ¿Notas que tu piel reacciona con facilidad frente a estímulos externos?
- Consulta a un profesional del cuidado de la piel, seguramente sean quienes mejor te pueden asesorar sobre tu tipo de piel y cuidados que necesita.
Piel grasa: características y cuidados
La piel grasa puede presentarse de diferentes formas, pero todas ellas comparten una característica común: la sobreproducción de sebo por parte de las glándulas sebáceas. Esto resulta en una piel que se siente grasosa al tacto, con brillos excesivos, poros más visibles y una mayor propensión a desarrollar acné.
Cómo cuidar este tipo de piel:
- Limpieza: La limpieza es fundamental para las pieles grasas, ya que ayuda a eliminar la suciedad y las impurezas. Es importante lavar el rostro tanto por la mañana como por la noche. Usa limpiadores suaves que no sean excesivamente astringentes, pero que contengan activos capaces de limpiar en profundidad.
- Tratamiento: El tratamiento de la piel grasa debe adaptarse al grado de severidad presente. En general, es recomendable usar sérums con activos como el ácido salicílico, la niacinamida o el ácido azelaico. Estos ingredientes ayudan a regular la producción de sebo, controlar el exceso de queratinización y calmar la piel irritada.
- Hidratación: Es esencial hidratar adecuadamente la piel grasa, ya que puede estar deshidratada. Incorpora en tu rutina productos con activos hidratantes como glicerina o pantenol. Puedes usar una hidratante ligera antes del protector solar, o, si prefieres una rutina más minimalista, optar por un protector solar que también tenga propiedades hidratantes.
- Protección solar: Utiliza protectores solares no comedogénicos, muy ligeritos y que no te dejen sensación grasa en el rostro.
Piel seca: características y cuidados
La piel seca se caracteriza por una sensación constante de tirantez en el rostro. A menudo, la piel luce apagada y sin brillo, y es común que aparezca descamación e irritaciones. Además, pueden observarse líneas finas que parecen pequeñas arrugas.
Cómo cuidar este tipo de piel:
- Limpieza: Realiza una limpieza suave dos veces al día. En este caso es recomendable utilizar limpiadores en texturas más cremosas o syndets, que no eliminen los lípidos naturales de la piel.
- Hidratación: En este tipo de piel es especialmente importante hidratar en profundidad. Escoge cremas con activos como la manteca de karité, el aceite de jojoba o las ceramidas, que ayudan a retener la humedad y reforzar la barrera cutánea. Una excelente opción es la crema facial de repollo de Green Cornerss, que hidrata profundamente, calma y repara hasta las pieles más delicadas. Aplica la crema con la piel ligeramente húmeda tras la limpieza para maximizar su absorción.
- Protección solar: Utiliza un protector solar a diario, a poder ser que posea activos hidratantes como el ácido hialurónico. El protector solar SPF50 mineral de Green Cornerss es una excelente opción. Además, tiene un toque de color que ayuda a unificar el tono y dar un aspecto de buena cara.
Piel mixta: características y cuidados
La piel mixta se caracteriza por una combinación de áreas secas y grasas en el rostro. Generalmente, la zona T (frente, nariz y barbilla) tiende a ser más grasa y propensa al brillo y a los poros dilatados, mientras que las mejillas y el contorno de los ojos son más secos. Esta variación en la producción de sebo puede hacer que la piel mixta requiera un cuidado específico para equilibrar ambas áreas.
Cómo cuidar este tipo de piel:
- Limpieza: Realiza una limpieza suave dos veces al día. Usa limpiadores que sean efectivos, pero no agresivos, para no desequilibrar las áreas secas ni exacerbar la producción de sebo en las áreas grasas.
- Tratamiento: Adáptate al estado de tu piel en ese momento. Utiliza activos antioxidantes por la mañana para prevenir el daño oxidativo y activos renovadores por la noche, para conseguir una textura más lisa y uniforme.
- Hidratación: Hidratar la piel mixta puede ser un desafío, ya que se necesita un equilibrio entre las áreas grasas y secas. Opta por hidratantes ligeros y no comedogénicos para evitar obstruir los poros en la zona T, mientras proporcionas suficiente hidratación a las áreas más secas.
- Protección solar: Usa un protector solar ligero y no comedogénico diariamente. Puedes utilizar uno que ya posea activos hidratantes y antioxidantes, así te ahorras más pasos en la rutina y no corres el riesgo de saturar tu piel con muchos productos.
Piel normal: características y cuidados
En este caso, estamos tratando con una piel eudérmica, que no es ni demasiado grasa ni demasiado seca y que, en general, no presenta problemas significativos. Por lo tanto, el enfoque principal debe ser la prevención y el mantenimiento de la salud de la piel para conservar su equilibrio natural el mayor tiempo posible.
Cómo cuidar este tipo de piel:
- Limpieza: Realiza una limpieza suave dos veces al día, por la mañana y por la noche. Usa un limpiador suave que mantenga el equilibrio natural de la piel.
- Hidratación: Aunque la piel normal no tiene problemas extremos de grasa o sequedad, es importante mantenerla bien hidratada. Usa una crema hidratante ligera para mantener la piel suave y flexible. En este caso no será necesario realizar un tratamiento específico, puedes utilizar activos antioxidantes, como la niacinamida o la vitamina C, para mantener la piel luminosa y prevenir el envejecimiento prematuro. La hidratante facial de Green Cornerss consigue mantener la piel hidratada, a la vez que proporciona una acción calmante y repara la piel.
- Protección solar: Usa un protector solar de amplio espectro diariamente. Elige un protector solar con al menos SPF 30, que sea ligero y proporcione beneficios extra a tu piel. Una opción excelente es el protector mineral SPF50 de Green Cornerss.
Recomendaciones generales para el cuidado de la piel
Independientemente del tipo de piel que tengas, hay varias recomendaciones generales que pueden ayudar a mantener tu piel saludable y radiante.
- Mantén un estilo de vida saludable: Evita el consumo de tóxicos como el alcohol y el tabaco.
- Sigue una dieta equilibrada: Incluye frutas, verduras y alimentos antiinflamatorios para aportar nutrientes esenciales.
- Hidrátate también por dentro: Bebe suficiente agua a lo largo del día.
- Gestiona el estrés: Encuentra formas efectivas para relajarte y reducir la tensión.
- Duerme las horas necesarias: Apunta a unas 7-8 horas de sueño cada noche para permitir que tu piel se repare y renueve.
- Conéctate con la naturaleza: Realiza escapadas al campo para reducir el impacto de la contaminación urbana y mantener una piel más sana y equilibrada.
- Protégete del sol: El uso de protector solar es fundamental, pero también es importante evitar la exposición durante las horas centrales del día, especialmente en verano, cuando los rayos solares son más intensos.
¡Con estos cuidados, podrás lograr una piel sana, equilibrada y radiante!
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