
Cómo saber tu tipo de piel y elegir productos que realmente te funcionen
Una rutina de cuidado facial efectiva empieza por conocer bien tu tipo de piel y entender en qué estado se encuentra. No es lo mismo tener la piel grasa que seca, ni sensible que resistente, y lo que puede funcionar a una persona, puede no ser adecuado, e incluso perjudicial, para otra.
Elegir los productos correctos es clave para mantener una piel sana, equilibrada y luminosa, pero antes de llenar el neceser de cosméticos, debemos aprender a escuchar y observar nuestra piel. En Green Cornerss, queremos ayudarte a identificar fácilmente cuál es tu tipo de piel y darte unas pautas sencillas para que puedas elegir los productos más adecuados para ti y construir una rutina realmente efectiva.
Principales tipos de piel
El tipo de piel es una característica individual que viene determinada en gran medida por la genética. Cada persona tiende de forma natural hacia un tipo de piel concreto, y conocerlo es fundamental para elegir correctamente los cosméticos y establecer una rutina facial realmente efectiva. Los principales tipos de piel que podemos encontrar son:
• Piel grasa:
Es aquella que brilla mucho por el exceso de grasa (especialmente en la región mediofacial: nariz, frente y mentón). Sus poros están dilatados, su textura es gruesa e irregular y, en ocasiones, pueden aparecer granitos.
• Piel seca:
Tiene menor cantidad de lípidos que la piel normal, por lo que está más desprotegida frente a agentes externos y el agua interna se evapora con más facilidad. Su aspecto es ligeramente mate, con ligero eritema. Es muy fina y su tacto es áspero. Suele presentar descamación.
Cómo identificar tu tipo de piel paso a paso
Si quieres saber fácilmente si tu piel es seca o grasa existe una forma muy sencilla y fiable de hacerlo desde casa. Solo necesitas un poco de tiempo y observar cómo se comporta tu piel sin ningún producto encima.
Sigue estos pasos:
- Limpia tu rostro con un gel limpiador syndet adecuado para todo tipo de pieles. Una buena opción sería utilizar el gel de arroz púrpura.
- Sécalo con una toalla limpia de algodón, sin frotar, y no apliques ningún producto después (ni tónico, ni sérum, ni crema).
- Espera aproximadamente una hora y observa cómo se comporta tu piel al tacto y a la vista.
- Si notas que tu piel brilla visiblemente, especialmente en la zona T (frente, nariz y mentón), y presenta una sensación ligeramente grasa, tu piel es grasa.
- Si, por el contrario, la notas tirante, áspera o sin brillo, lo más seguro es que tu piel sea seca.
Estados de la piel
Saber tu tipo de piel es solo el primer paso. Para poder establecer una rutina facial realmente efectiva, también es fundamental entender en qué estado se encuentra. El estado cutáneo es algo dinámico, puede cambiar con el paso del tiempo, las estaciones, el estrés, la alimentación o incluso los productos que usamos a diario.
Los principales estados de la piel que podemos observar son:
- Piel sensible/ Piel resistente: La piel sensible reacciona fácilmente ante cosméticos, cambios de temperatura o incluso el roce. Puede presentar rojeces, picor o sensación de escozor. En cambio, una piel resistente suele tolerar bien la mayoría de productos y no muestra rojeces normalmente.
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Piel pigmentada/ Tono uniforme: La piel pigmentada es aquella que tiende a desarrollar manchas, melasma, pecas o hiperpigmentaciones tras la exposición solar o procesos inflamatorios (como el acné).
Por el contrario, una piel con tono uniforme presenta una coloración más homogénea. -
Piel deshidratada/ Bien hidratada: Una piel deshidratada se siente tirante, apagada, con líneas de expresión más visibles y puede presentar descamación. Una piel bien hidratada, en cambio, se percibe elástica, luminosa y confortable. Es importante diferenciar piel seca con deshidratada, en una piel seca hay una falta de lípidos, sin embargo, en una piel deshidratada la función barrera está alterada y hay una mayor pérdida de agua, por esto podemos tener la piel grasa e incluso acné y tener la piel deshidratada.
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Piel arrugada/ Lisa: Con el paso del tiempo, la piel pierde colágeno, elastina y ácido hialurónico, apareciendo líneas de expresión y arrugas.
Una piel lisa y firme indica una buena producción de estas proteínas estructurales y una barrera cutánea saludable. Sin embargo, si empiezas a notar falta de firmeza o pequeñas arrugas de expresión entonces tienes que actuar ya sobre ellas.
Cómo elegir los mejores productos según tu tipo y estado de piel
Una vez que conoces tu tipo y estado de piel, llega el paso más importante: elegir los productos adecuados. Recuerda que una buena rutina facial no necesita muchos pasos, sino productos bien formulados, eficaces y adaptados a tus necesidades específicas.
A continuación, te dejamos unas pautas generales que te ayudarán a crear una rutina efectiva y respetuosa con tu piel.
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Piel seca: Busca texturas cremosas o bálsamos nutritivos que aporten confort inmediato y ayuden a reparar la barrera cutánea. Evita los limpiadores muy espumosos o agresivos, y apuesta por opciones más suaves y respetuosas, como el gel limpiador con arroz púrpura de Green Cornerss. En este tipo de piel, hidratar mañana y noche es fundamental. Ingredientes clave que no pueden faltar en tu rutina son la manteca de karité o los aceites vegetales naturales. La crema facial de repollo es una excelente opción: ofrece hidratación ligera pero profunda, ayudando a reparar y calmar las pieles secas y dañadas.
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Piel grasa: Elige texturas ligeras y productos no comedogénicos, que no obstruyan los poros. Activos como la niacinamida, el ácido salicílico o el ácido azelaico ayudan a regular el exceso de sebo y reducir imperfecciones. Aunque tengas la piel grasa, no renuncies a la hidratación: opta por fórmulas ligeras y utilízala solo por la noche o a noches alternas. La crema de repollo de Green Cornerss, al ser no comedogénica, resulta ideal para equilibrar este tipo de pieles sin aportar grasa.
- Piel sensible: Tu prioridad debe ser mantener la piel calmada y protegida. Apuesta por fórmulas minimalistas, sin perfumes con alérgenos ni activos demasiado potentes. Incluye ingredientes calmantes como la niacinamida, los extractos de caléndula o avena, y el pantenol. En Green Cornerss, todas nuestras fórmulas están pensadas para minimizar el riesgo de irritación y respetar las pieles más reactivas.
- Piel pigmentada: Si tu objetivo es tratar las manchas o unificar el tono, incorpora sérums con activos despigmentantes como la niacinamida, el ácido kójico o la arbutina. Y recuerda, la protección solar diaria es imprescindible.
- Piel deshidratada: Una piel deshidratada necesita recuperar agua y reforzar la función barrera, sin aportar grasa en exceso. Busca sérums e hidratantes con ceramidas, glicerina o aceites vegetales no comedogénicos como el aceite de jojoba.
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Piel con arrugas: Para combatir los signos de envejecimiento, introduce activos antiedad de forma progresiva y constante. Por la mañana, apuesta por antioxidantes como la vitamina C y por la noche, utiliza retinoides, y combina ambos con péptidos o exosomas para potenciar la regeneración cutánea. No olvides acompañar siempre tu rutina con fotoprotección diaria, ya que es el mejor tratamiento antiedad que existe. El fotoprotector de Green Cornerss es una excelente opción para utilizar a diario, ya que además tiene un toque de color que aporta un efecto buena cara inmediato.
En definitiva, conocer tu tipo y estado de piel es el primer paso para construir una rutina facial eficaz, personalizada y respetuosa con tu piel.
Si quieres saber más sobre los pasos principales para construir una rutina facial efectiva, tienes que leer el siguiente blog: 6 Pasos en orden para seguir en una rutina Skincare facial.
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